ASG no comparte que se pretenda hacer “guerra política” con la Sanidad

10 febrero, 2017

Casimiro Curbelo subraya la necesidad de sumar para resolver los problemas que actualmente presenta la atención sanitaria y afirma que las propuestas dirigidas al desgaste no ayudan al ciudadano

Agrupación Socialista Gomera (ASG) no comparte que es pretenda hacer “guerra política” con la Sanidad, afirma el portavoz del Grupo Parlamentario Mixto y líder de la formación política, Casimiro Curbelo, quien subraya la necesidad de sumar para resolver los problema que actualmente presenta la atención sanitaria en el archipiélago.

Curbelo destaca que para auditar y garantizar el buen uso de los recursos públicos no es necesario que el Parlamento lo decida; insiste en la obligación de las administraciones de trabajar de acuerdo con la legalidad, y hace hincapié en la defensa de la Sanidad pública que hace ASG, donde se entiende la Sanidad privada como un complemento necesario para asegurar los cuidados médicos ante las carencias de la primera.

“A las altas listas de espera se suma la falta de especialistas y la necesidad de mejorar infraestructuras, tal y como ha evidenciado en repetidas ocasiones ASG en la Cámara autonómica, donde hemos planteado propuestas concretas, convencidos de que el desgaste no ayuda al ciudadano”, declara Curbelo antes de expresar su rechazo a “debates y polémicas superfluas”.

Asegura que quienes ponen el interés político por encima del interés general hacen un flaco favor a la sociedad y no responden a la confianza que depositaron en ellos los ciudadanos, a los que poco interesa las peleas entre formaciones públicos.

“La realidad de la Sanidad canaria, con más de 100.000 pacientes en lista de espera, deben llevarnos a una reflexión serena, y no a intentar aprovechar cualquier circunstancia para desgastar, de ahí que ASG se retire de toda iniciativa que pretenda utilizarse en esta línea, tal y como sucedió en el último pleno del Parlamento”, explica.

Curbelo alude a la propuesta para fiscalizar los contratos del Gobierno con la sanidad privada y sentencia que, como no puede ser de otra forma, comparte que todo gasto público se haga bajo criterios de eficacia, economía y buen uso, pero “eso no puede llevarnos al populismo y a jugar con el derecho a la atención médica para intentar obtener rédito político”, señala.